domingo, 22 de febrero de 2015

Atila: Los Visigodos


“Los reacios árbitros de la venganza bárbara, los visigodos han jurado devolver a los romanos completamente las décadas de abusos sufridas en sus manos”.



Las devastaciones de los hunos les obligaron a pedir al emperador romano Valente protección en sus tierras. A pesar de ser aceptados, los generales locales extorsionaron brutalmente los refugiados, llevándolos a una abierta rebelión.
Mientras intentaba ajustar cuentas con ellos Valente fue asesinado en batalla. Un periodo de paz siguió hasta que los Visigodos, bajo Alarico, lucharon contra los francos en ayuda del emperador Teodosio I. Ahora, buscando revancha, Alarico tiene sus ojos puestos en la mismísima ciudad de Roma…

Mientras la campaña empieza, los visigodos se encuentran en Macedonia, con muchas opciones ante ellos. ¿Irán al norte a las estepas, devastaran la provincia donde se encuentran provocando la ira del Imperio Romano de Oriente, o pillaran el oeste, aprovechándose del débil Imperio Romano de Occidente? Una gente acostumbrada a tomar lo que el mundo les ofrece, los visigodos raramente sufren hambre, y obtienen un voluminoso monto de cada facción que anexan como estados tributarios.

Atila: Los Ostrogodos

“Las correrías de los ostrogodos por las tierras romanas esconden sus orígenes como un imperio poderoso”

Inicialmente conocidos como los GREUTHUNGI, son una confederación de distintos pueblos originarios de la costa báltica que se asentaron cerca del mar negro. Desafortunadamente, esto significa que fueron uno de los primeros pueblos germanos en enfrentar la oleada de invasiones hunas y alanas que habían atacado el mundo conocido. Ahora llevan una precaria existencia en los bordes del imperio, los ostrogodos son tan vulnerables al abuso de los romanos como a los ataques barbaros, por eso se ofrecen como mercenarios a los mismos hunos que los subyugaron. Aun, la memoria de su antigua hegemonía preserva la esperanza ostrogoda; un fuerte líder podría rescatarlos de su desgracia y restaurar su gloria…
Las largas relaciones entre ostrogodos con la cultura, cuestiones militares y civiles romanas tiende a otorgarles mucha aceptación al punto que enfrentan poca resistencia de la población local cuando ocupan territorios romanos. En estas circunstancias, tienen a la vez acceso a las ventajas militares romanas para fortalecer sus filas.




Attila: Los Francos

“Mientras el mundo está en el borde del caos, los francos juegan dos roles. Como destructores – o como herederos del legado romano – ellos están a punto de lograr su completo potencial”

Una confederación de tribus germánicas desde la región del bajo Rin, fueron derrotados y eventualmente se les permitió establecerse en Toxandría como Foederati (bárbaros que custodiaban las fronteras). Mientras el actual líder franco Faramund reina como gran ejemplo para los futuros reyes, un poderoso rey-guerrero podrá llevarlos a la grandeza contra el decadente imperio. Si un reciente reino Franco emerge de las cenizas de Roma, la gente debe estar unida, los francos deben ser uno.

Situados en la línea costera del norte de Alemania, los francos tienen elecciones que tomar. ¿Podrán atacar a través de los mares hacia las tierras de Britania (Gran Bretaña)?, ¿o moverse al sur quizá para aprovecharse de la debilidad de los Romanos de Occidente? Cualquiera de los objetivos temblara al enfrentar a sus feroces guerreros, que pelean con mayor intensidad cuando más bajas sufren.


ATTILA: El Imperio romano de oriente




“La división del mundo romano ha independizado al este, permitiéndole controlar el mundo romano”.

El nuevo centro administrativo en Constantinopla ha permitido a los Romanos del Este remplazar el anticuado sistema asfixiando la economía y  debilitando a los emperadores de Roma.
Como resultado, nuevas rutas de comercio y reformas fiscales llenan sus cofres, todos recaudados por una burocracia centralizada y por una poderosa iglesia estatal. El este está a salvo de las cambiantes tormentas de las migraciones bárbaras, frecuentemente desviándolas al oeste. Sin embargo, el joven emperador Arcadio tendrá que afrontar las amenazas bárbaras, intrigas palaciegas, y la siempre latente amenaza Persa Sasánida para asegurar que la última llama del imperio Romano continúe ardiendo.

Mientras el Imperio Romano de Occidente se debilita y reduce, el imperio Romano del Este es una potencia económica, y obtiene beneficios a través del interés y tarifas del mercado. Militarmente, el imperio empieza la campaña con una importante posición, pero con una clara e inmediata amenaza cuando Alarico envíe sus tropas  visigodas contra la tracia y macedonia romanas… Meras regiones fuera de Constantinopla.